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Qué es el viaje, qué son los viajes, existen viajes hacia el exterior, lejanos o cercanos, y, o, viajes hacia el interior de uno mismo, lejanos o cercanos.

A raíz del artículo de Julio Camba (1884-1962), que nos narra un viaje desde Nuevas York al Callao, titulado De Nueva York al Callao y publicado en el Norte de Castilla, del 5 de junio de 1952, quizás nos debamos plantear algunas cuestiones.

Julio Camba Andreu es y ha sido considerado uno de los grandes articulistas de nuestro terruño pentagonal o cuadrado; quizás, un columnista sea una persona que intenta integrar la realidad de su época o momento, con sus vivencias y experiencias, mezclándolo en un coctel-cocido-ensalada de literatura más otros conocimientos formando un artículo periodístico. Y, en ese enjambre de realidades, simbólicas y físicas y naturales y sociales, nos narra algo del exterior y algo de su propio interior. Al redactarnos algo del interior, nos cuenta algo de lo que somos y estamos, porque todos los seres humanos tenemos mucho en común, más de lo que pensamos, menos de lo que deseamos –a veces-.

Un artículo periodístico es en sí un viaje. Porque nos cuentan, demasiado, los viajes exteriores, del movimiento físico de cada biopsicología de un lugar espacial a otro, dentro de un uso temporal, pero también existen viajes por el interior de uno mismo. Ambas realidades se mezclan y se combinan, pero también hemos de saber, que solo en este mundo, podrás vivir diez mil o veinte mil o treinta mil unidades de tiempo, que denominamos día. No más, calcula, cada diez años tres mil seiscientos cincuenta –sin contar los días bisiestos-.

Tienes ese tiempo para vivir y sobrevivir en y bajo el sol, para estar y ser, para entender y comprender algo de este mundo, algo de ti mismo en este ovoide que se traslada por el espacio en una espiral enorme, y que, a su vez, también se va moviendo.

No tengas pena, si no has podido realizar grandes viajes alrededor del mundo o posiblemente a alguna ciudad del mundo, alguna comarca, alguna región, algún país. No tengas tanta pena-tristeza-angustia-desaliento por no haber viajado a tal o cual lugar; si al menos, has ido viajando dentro de ti, no al centro de la tierra, pero si, intentar al centro de ti mismo. Aunque no conozcas lo que es tu centro, al menos, horadar un poco más en las mieses de tu interioridad, con todos los colores de paisajes que se mueven y remueven dentro de ti.

Existen distintas razones y motivos para el viaje, por placer o turismo o descanso o recreación, el viaje por necesidades económicas, por salud, por migración, por alejarse de una guerra, por exilio, por huir de una situación. Diríamos, que, en todo viaje, existen motivos externos, que se indican y se expresan, y, motivos internos, que se llevan en la interioridad de lo más profundo del yo, algunos no reconocidos por el mismo sujeto.

Vivimos-existimos-sobrevivimos en una sociedad, que el turismo se ha hecho, una de las grandes industrias del momento, momento que dura ya décadas. Por tanto, antes del verano, ya se realizan una serie de rituales, no solo el adelgazamiento, para las playas, sino también, el buscar sitios y lugares. Pero sucede, que no todo el mundo puede marchar de un lugar a otro, por diversas razones. Por lo cual, el viaje para muchas personas de este suelo, son microviajes, casi siempre, a unos miles o docenas de miles de metros, en una tierra de migración interior, se vuelve al lugar de nacimiento o de la adolescencia, antes que tú mismo, marchases a otra ciudad-lugar-lanar…

Puede crearse un poco azoramiento, utilicemos este concepto y palabra y vocablo y término, más sutil y suave, por tanto, hay que intentar darse cuenta, que este año, no te toca ir a otra ciudad, de este terruño o de al lado, no puedes ir a la playa, o no debes, sino que tienes que conservar ese modesto capital, para otros fines, o, quizás, halla que pagar alguna pequeña o mediana deuda. Entonces, a esos individuos, millones, algunos por edad, algunos por otras razones, no tienen con quién irse, no desean irse, esperan que vengan sus hijos al pueblo, en su comarca no es costumbre broncearse con arena y sol y cuerpos que elevan la sensualidad, no saben o cientos de otras razones-motivos-causas.

En el país-sociedad-Estado que recibe a docenas de millones de extranjeros, muchos vernáculos, que tienen sus raíces aquí, varias generaciones antes que ellos, ya daban sombra a este suelo, varios siglos antes, no pueden-deben viajar esos siete/quince días. Y, pernoctando por la televisión-radico-Internet, sienten como otros se mueven, desde fuera hacia dentro, desde dentro hacia fuera, desde dentro hacia dentro…

A veces, me pregunto, si tanta radicalidad ideológica, está, tiene sus raíces, o una de ellas, en que cientos de miles, millones de personas, por un motivo o por otro, en esta sociedad-país-Estado, no pueden irse una semana fuera de su domicilio habitual. Esto crea frustración, sensación de fracaso, rememoración de errores de uno mismo con uno mismo, de los otros con uno mismo. Es una tristeza, que se calla y se silencia, pero que se va acumulando, porque un año, por una situación, otro por otra.

Me pregunto si este fenómeno no se ha estudiado de forma adecuada y correcta. Cierto es, que si estás en la tercera edad, ya puedes moverte, con los viajes de los jubilados, que son dignos y honestos y a lugares con belleza.

Empezamos si no recuerda usted mal, con el maestro Julio Camba, el maestro del articulismo junto con varias docenas, que han respirado el aire antes de nosotros. Aquí mi homenaje, pienso, que este artículo que hemos redactado, al maestro Camba, le gustaría, le habría gustado degustarlo….

https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero.

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