Un breve paréntesis

Ricky Gary, en el momento de recoger su premio, en el Teatro Bulevar de Torrelodones

“Un breve paréntesis” se estrenará el 8 de noviembre, a las 20:00h., en el Teatro Bulevar de Torrelodones

El pasado 30 de mayo, como preámbulo al estreno de una de sus obras, la compañía Torrearte entregó el premio al ganador del I Certamen de textos teatrales Carlos Arias: Ricky Gary.

Este pianista y escritor ha sido columnista de LA VOZ DE LA A6 a lo largo de ocho años. Ahora, Torrearte estrena el próximo viernes la obra ganadora “Un breve paréntesis”, en el Teatro Bulevar de Torrelodones.

Seguidamente, reproducimos una entrevista realizada al autor, Ricky Gary.

¿Qué ha significado ser el ganador del “Primer Concurso de Obras Teatrales Inéditas Carlos Arias”?

Un triunfo muy importante en tres sentidos.

El primero, que me hayan premiado una obra escrita con muchísimo entusiasmo pero sin esperanza alguna de que un día fuese representada.

Empezó siendo un mero ejercicio dramatúrgico en base a una vieja idea. Llevaba bastante tiempo guardada en un cajón y de vez en cuando me asomaba a revisarla y corregirla. Ya se sabe que para un autor, ningún texto está nunca definitivamente acabado

En segundo término, ha significado el fruto de mi constante estudio y observación del habla castellana. Habiendo nacido en Montevideo y después de cuarenta años radicado en Madrid, el libreto ha logrado filtrarse por el tamiz de un jurado español sin que nadie detectase el origen extranjero del autor. Lo mismo había ocurrido con mi columna Cabos Sueltos en el periódico “La Voz de Torrelodones” durante más de ocho años.

Y por último, significa el privilegio de haber cruzado la línea divisoria que separa el ser un fiel seguidor y admirador de Torrearte, y el pasar a formar parte de la compañía como Primer Socio de Honor.

¿Cómo surgió la idea de presentarte al concurso?

Cuando se publicó la convocatoria decidí acometer esa “mítica última corrección” sin demasiada fe, para que –puesto en lo peor– volviera más digna a dormir en su cajón el sueño de los justos.

La ardua tarea de actualizarla y cambiarle el aire insumió casi tres meses de dedicación exclusiva aunque sin ilusionarme con el éxito. Nada se compara al disfrute del momento creativo por prolongado que sea. De hecho, este premio ha sido una de las sorpresas más inesperadas de mi vida.

¿De dónde viene tu afición por el teatro?

Siendo niño, mis abuelos me regalaron títeres sin sospechar que jugar con ellos se convertiría en el prólogo de una pasión. No quiero ni pensar en las torturas a las que sometía a mi paciente familia, obligándola a sentarse ante mi teatrillo para aplaudir mis funciones…

Más tarde vinieron la Escuela de Arte Dramático, el teatro profesional en sí, algunas incursiones en la dirección teatral y mi labor como compositor de música incidental durante catorce años. Esto me permitió trabajar –codo con codo– con los actores y directores de quienes tanto aprendí.

Además, siempre he sido un entusiasta espectador de teatro y cine, escudriñando al detalle los libretos, actuaciones y direcciones de los grandes maestros.

¿Habías escrito ya otros textos teatrales?

Me he decantado principalmente por la narrativa (hay varios cuentos publicados), pero también he escrito obras cortas, monólogos, una obra teatral para adolescentes, y algo más de teatro que he dejado inconcluso y hasta descartado por no convencerme el resultado. En la actualidad me encuentro embarcado en la elaboración de una nueva comedia.

¿Qué explora la obra “Un breve paréntesis” y a quién va dirigida?

Indaga en las psicologías antagónicas de cuatro personajes, en sus comportamientos, sus diferentes formas de relacionarse, y en qué recursos emplean para resolver –o no– sus conflictos personales.

Suelo catalogarla como “comedia de conversaciones” y pretende entretener pensando. No está enfocada hacia ninguna edad determinada y atañe a todo tipo de público al que le interese analizar los intrincados vínculos humanos.