El Consejo de Ministros ha aprobado un paquete de medidas para la reforma de la Administración local. De todas ellas, la que ha suscitado más controversia es la rebaja del salario de los alcaldes y concejales que establece unos baremos y toma como partida el sueldo de un secretario de Estado. De ahí, para abajo atendiendo al número de habitantes. La propuesta tiene que pasar ahora al Consejo de Estado y de ahí a las Cortes. Pero antes del debate y de su aprobación definitiva, un sector de la clase política se ha levantado en armas. En contra, la opinión pública ha aplaudido la medida y criticado que no haya llegado antes. El Gobierno de la Nación ha estado a lo largo de un año apretando las clavijas a trabajadores y ciudadanos y ha empezado la casa por el tejado. Desde la calle, las llamadas “mareas” vienen demandando recortes a los políticos. De aprobarse, tal y como figura en la propuesta, la reforma puede suponer un antes y un después en las candidaturas y en las listas electorales. El oportunismo de montar partidos políticos, las peleas por ir en los primeros puestos de las listas electorales pueden tener sus días contados. Y el axioma de “voy en una lista para trabajar por el pueblo” cobrará sentido más que nunca. Se acabó para muchos el vivir espléndidamente a costa del contribuyente. Más allá, el Gobierno de la Nación no ha determinado aún otra medida muy esperada: limitar el número de concejales en función de la población de un municipio. Aunque se baraja una reducción de un 30%,, por el momento se ha quedado en el papel. Sobran concejales en la mayor parte de los ayuntamientos. Torrelodones no necesita tener 21 y probablemente Hoyo de Manzanares tampoco 13, teniendo en cuenta el gran número de funcionarios que hay en los ayuntamientos.

En esta medida, el Gobierno choca con la mayor parte de los partidos: el PSOE, totalmente contrario a reducir el número de políticos y los partidos minoritarios temen no conseguir ni votos ni respaldo suficiente, lo que conllevaría su desaparición.

Aun así, los ciudadanos piden más. Algo tan obvio como que los políticos tengan los mismos derechos y deberes que el resto, que se acaben los ciudadanos de primera y los de segunda.

Se echan en falta otras medidas: un nivel de estudios y de experiencia laboral acorde con el puesto político que se desee obtener. Para cualquier trabajo es necesario un currículum, acompañado de documentos y testimonios que acrediten los logros que dicen poseer. Para ser político en España basta con inventarse una vida laboral y unos estudios. No es necesaria ninguna acreditación. Solo la credibilidad que les dan las urnas. En otros países, la mentira conduce a la dimisión. Ejemplos, en muchos ayuntamientos. En Torrelodones, sin ir más lejos. Hasta el año 2006 la actual alcaldesa era una respetada ama de casa que luchaba para que no se construyese frente a su casa ni instalasen un campo de golf. Se unió a otros que tampoco querían viviendas sociales al lado de sus chalés y con la ayuda de los progresistas de Torrelodones se inventaron una asociación ecologista. De ahí, al salto a la política. En las elecciones de 2007 buzonearon su currículum donde apuntaban que la Sra. Biurrun había dejado “su carrera profesional (a los 26 años) para dedicarse al cuidado de sus hijos”. En las elecciones de 2011 pasó a ser “abogada”, aunque sin credenciales. No bastaba con una supuesta licenciatura en Derecho. Dos años más tarde, aparece en entrevistas asegurando que es “asesora jurídica”. Y no se pone colorada. ¡Qué gran fichaje se está perdiendo la empresa de cazatalentos de Esperanza Aguirre! En pocos años ha pasado de no tener salario a cobrar 50.000 euros y publica, sin sonrojo, que se ha bajado el sueldo.

Faltan 26 meses para las próximas elecciones municipales y ya están calentando motores. En Hoyo se habla en los mentideros políticos de la formación de varios partidos y en Torrelodones acaba de hacer su aparición UPyD. Un partido nacional joven, con unos ideales fáciles de aceptar por una amplia mayoría, que habla de limpieza política, de transparencia y que busca acabar con el bipartidismo. Su nacimiento en Torrelodones ha sembrado la incertidumbre en el resto de partidos. ¿Está Vecinos detrás de la formación de UPyD? Sería una manera de hacerse con los votos de otros partidos y lograr gobernar con mayoría absoluta. ¿Desaparecerá la marca Vecinos y se integrará en UPyD? Una posibilidad, teniendo en cuenta las vinculaciones y el “filing” entre ambos partidos. La pinza podría llevar a la aniquilación de la izquierda progresista en Torrelodones. Mientras tanto, la alcaldesa sigue “vendiendo” su imagen y prodigándose en medios de comunicación, a sabiendas de que nadie objetará su testimonio. Y su atrevimiento no tiene fin: habla de que los políticos tengan experiencia en otros campos (¿ella?); critica a los que se dedican a medrar para cobrar toda la vida (¿ella?); habla de la limitación de mandatos y arremete contra los grandes partidos porque no permiten que aparezca “gente nueva” (¿ella?). La bajada de sueldo prevista por el Gobierno de la Nación podría hacer un agujero en su bolsillo y en el de sus compañeros. ¿Por qué arriesgarse a no conseguir una mayoría que les permita gobernar? Todo apunta a que las filas de UPyD podrían ser su próximo destino. Y mientras, a vender humo y a pasar por el Photoshop, que es lo suyo.