Entrevista: Miguel Ángel Gavilán, director de la Escuela de Montaña Adaptada de Guadarrama
Conocer la trayectoria y el desarrollo de un proyecto que comenzó con la ilusión de acercar a todos el mundo de la montaña, sin importar los límites, es el objetivo de la entrevista que publicamos con Miguel Ángel Gavilán, director de la Escuela de Montaña Adaptada de Guadarrama.
Su empeño personal, unido al concejal de Deportes, Miguel Ángel Herrero, por apostar por iniciativas integradoras, han llevado a situar a la Escuela en un alto nivel, cuando próximamente se cumplirán cinco años desde su puesta en marcha.
Además, se acaba de celebrar en Guadarrama la Semana Internacional de la Montaña, que ha contado con la presencia de figuras destacadas dentro de este deporte y que ha cumplido su sexta edición. El medio ambiente, el deporte y el desarrollo de una localidad a través de la montaña.
Pronto se cumplirán cinco años del nacimiento de la Escuela Municipal de Montaña Adaptada de Guadarrama, ¿qué valoración hace?
La Escuela ha sido todo un éxito en la apuesta por un deporte inclusivo. Comenzamos con la intención y el objetivo de que todas las personas que quisieran conocer, aprender y disfrutar de la montaña pudieran hacerlo sin limitaciones. Era un gran reto al que poco a poco hemos conseguido que se nos fueran uniendo muchos alumnos. Niños y niñas, jóvenes, adultos, todos ellos con y sin discapacidad o pertenecientes a colectivos con necesidades especiales que han encontrado en la escuela y en la montaña un espacio para el deporte y la diversión. Han sido en estos casi cinco años unos trescientos alumnos y alumnas, los que han pasado por la escuela a través de diferentes iniciativas.
Una iniciativa integradora, que acerca la montaña ¿a qué público?
Pues como te comentaba hemos creado diferentes iniciativas dentro de la escuela para acercar la montaña al mayor número de personas. Niños y niñas con o sin discapacidad que entrenan los sábados en el rocódromo de la escuela, familias que realizan salidas a la montaña, personas de la tercera edad con las que salimos varias veces al mes, jóvenes, personas en riesgo de exclusión, profesionales que se forman en guiado en la montaña a personas con discapacidad y en general, todos los grupos de personas que quieran iniciarse en la montaña o quieran realizar actividades relacionadas con la misma.
¿Qué actividades tienen previstas para este año?
Durante todo el año, el curso, desarrollamos actividades en el rocódromo para iniciar a los más pequeños en el mundo de la escalada. Clases en las que los niños y niñas hasta los 15 años aprenden a asegurarse, a aprovechar las rocas y aristas para escalar, a controlar el material y sobre todo a descubrir el juego responsable que ofrece la montaña.
Además tenemos programadas salidas todos los miércoles para personas de la tercera edad, y los fines de semana excursiones y salidas a la montaña para las familias y los niños y niñas de la escuela.
También al menos dos cursos, uno de verano y uno de invierno, en el que se forma a los profesionales en el mundo del guiado a personas con discapacidad.
Sin olvidar, las aventuras a picos y montañas en España y en Marruecos.
¿Cómo se forman los alumnos?
Nuestra teoría es que con los más pequeños tiene que ser un juego en el que la seguridad sea una parte más del mismo. Lo integran como parte de unas reglas necesarias con las que juegan, aprenden y disfrutan. Desde pequeñitos reconocen lo que es importante de una forma lúdica y capaz de, en el futuro, no ponerles en riesgo en la montaña. Además aprenden a darse cuenta de que la diferencia, las diferentes capacidades pueden ser una ventaja, no una exclusión, aprenden compañerismo como fórmula para el éxito y la supervivencia.
Es importante que los más pequeños aprendan tareas en equipo, les enseñamos solidaridad, abnegación, compartir la comida, etc. Son aptitudes que continuamente transmitimos y exigimos. Estos valores son fundamentales en la escuela.
El objetivo es el mismo para los mayores, obviamente sin juego, pero con superación y valores para afrontar el éxito de las expediciones. Es siempre un aprendizaje de lucha, de superación, de retos y, cómo no, de diversión.
¿Puede ser la montaña una filosofía de vida, incluso para personas con discapacidad?
No puede ser, es. Es una filosofía de vida con la que aprendes que no hay barreras. Nada es imposible si asumes los riesgos y los retos con responsabilidad y con los compañeros adecuados. La montaña te enseña, siempre. Con ella superas miedos, retos y llegas a tu cima y a la suya. Ella te enseña que las barreras están en tu mente, en ella solo existe la superación y el éxito, porque aún cuando fracasas te abre la puerta para que sigas superándote y consiguiendo tus propósitos. Para mí, como discapacitado, no hay nada que enseñe más que la montaña y los montañeros.