IB Cañada Real Galapagar

Carlos García-Bañón Sanz Briz (nieto del diplomático español y Justo de las Naciones, Ángel Sanz Briz), Eva Benatar (superviviente de la persecución a los judíos en Budapest), Miguel de Lucas, director del Centro Sefarad Israel, el alcalde de Galapagar, Alberto Gómez, y la concejala de Educación, Rosa María Encuentra

El IB Cañada Real, dentro de sus actividades para potenciar el trabajo cooperativo y el aprendizaje basado en proyectos, ha llevado a cabo durante varios meses con la participación de su alumnado la ejecución de trabajos dentro de una nueva experiencia educativa, la llamada: Semana de la SHOA, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional del Holocausto, que tuvo lugar el pasado 27 de enero.

Los alumnos de 4º ESO y Bachillerato han trabajado en tres ejes temáticos que condicionaron el acontecimiento histórico del Holocausto: el papel de la mujer en los Guetos, en los campos de concentración y los Justos de las Naciones.

Acto emotivo en el IB Cañada Real

Como colofón a estas actividades, el centro organizó un homenaje a las víctimas del Holocausto con una ceremonia a la que asistieron los alumnos y que tuvo como invitados a: Carlos García-Bañón Sanz Briz (nieto del diplomático español y Justo de las Naciones, Ángel Sanz Briz), Eva Benatar (superviviente de la persecución a los judíos en Budapest), Miguel de Lucas, director del Centro Sefarad Israel, así como el alcalde de Galapagar, Alberto Gómez, y la concejala de Educación, Rosa María Encuentra.

El testimonio

Eva Benatar, que era una bebé cuando los nazis invadieron su Budapest natal, recordó emocionada cómo “mi madre nos salvó gracias a los matasellos de las cartas que recibía de mi abuela desde Madrid, lo que nos sirvió de salvoconducto para que nos admitieran en una de las casas de protección española”.

Hay que recordar que estas casas fueron alquiladas por Ángel Sanz Briz, el ‘Ángel de Budapest’. En sus ventanas colgaban banderas españolas, lo que les concedía inmunidad diplomática. Casas que acogieron a los 5.000 supervivientes de una muerte segura a manos de los nazis.

El acto consistió en la lectura por parte de cinco alumnos de 4º ESO de varios textos seleccionados, para después escuchar dos canciones a guitarra y el encendido simbólico de seis velas.